Mezquita de la Meca, Hajj #Ramadan2013

viernes, 12 de julio de 2013

#Ramadan2013 ☪☝ ¿Qué es el Islam? _parte 4

La devoción a Dios

El Generoso Corán habla de las cualidades más elevadas del musulmán:
La verdad es que el más noble de vosotros ante Allâh es el más precavido. (Corán, 49:13)

Humildad, modestia, control de pasiones y deseos, veracidad, integridad, paciencia, constancia y el cumplimiento de las promesas son valores morales en los cuales insiste una y otra vez el Corán. Así leemos:
Y Allâh ama a los perseverantes. (Corán, 3:146)

Apresuraos a obtener de vuestro Señor la disculpa y un Jardín cuya extensión son los cielos y la tierra, preparado para los precavidos, que dan en los momentos de desahogo y en los de estrechez, refrenan la ira y perdonan a las personas. Allâh ama a los que hacen el bien. (Corán, 3:133-134)

¡Hijo mío! Establece la oración, encomienda el bien, rechaza el mal y sé firme en la adversidad; la verdad es que eso requiere entereza. Y no pongas mala cara a la gente ni andes por la tierra con insolencia; la verdad es que Allâh no ama al que es presumido y jactancioso. Sé modesto en tus andares y baja la voz; la verdad es que la más desagradable de las voces es la voz del burro. (Corán, 31:17-19)

En una fórmula que resume el comportamiento moral del musulmán, el profeta Muhammad (¡La bendición y la paz de Dios sean con él!) dijo:
"Mi Señor me dio nueve reglas: permanecer en devoción constante, en privado como en público; hablar con justicia, en la ira como en la alegría; actuar con moderación, en la pobreza como en la riqueza; recuperar la amistad de quienes hayan roto con uno; ser generoso con quien lo rechaza a uno; enseñar con la mera mirada; y disponer el bien."

Responsabilidad para con los demás
Las enseñanzas del Islam referentes a las responsabilidades sociales están basadas en el afecto, el respeto y la solidaridad con los demás. Para evitar que el precepto general de hacer el bien se olvide en algunas circunstancias concretas, el Islam insiste también en hacer el bien en algunas situaciones específicas y define los derechos y responsabilidades inherentes en cada relación. En un círculo que se amplía gradualmente, nuestras obligaciones se centran primero en nuestra familia (padres, cónyuges e hijos) para abrazar después a nuestros otros parientes, vecinos, amigos y conocidos, los huérfanos y las viudas, cualquier necesitado, y toda la humanidad. Pero nuestra responsabilidad no se para aquí, sino que se extiende a todas las criaturas por separado y en su conjunto.

Los padres
El Islam insiste mucho en el respeto y el cariño para con los padres, y en especial la madre, siendo esto una parte básica de la expresión de la fe del musulmán:
Tu Señor ha declarado tajantemente que no Lo sirváis sino a Él, y que hagáis el bien con los padres. Si a alguno de ellos, o a los dos, les llega la vejez junto a ti, no les digas "¡Uf!" ni los trates con antipatía, sino que háblales con buenas palabras. Arrópalos con humildad, por amor, y di: ¡Señor mío! Trátalos con amor, al igual que ellos me criaron cuando era pequeño. (Corán, 17:23-24)

Otros parientes
Y dale al pariente, al mendigo y al caminante lo que le corresponde, y no malgastes en derrochar. (Corán, 17:26)

El prójimo
El profeta Muhammad (¡La bendición y la paz de Dios sean con él!) dijo: "No tiene fe quien come hasta la hartura mientras su prójimo tiene hambre."
Y también: "No tiene fe aquél cuyo prójimo no esté a salvo de su mano y de su lengua."

De hecho, de acuerdo con el Generoso Corán y la tradición islámica, la responsabilidad moral del musulmán no sólo abarca a sus padres, parientes y vecinos, sino que se extiende a toda la humanidad e incluso a toda la creación. Por ejemplo, el musulmán no se dedica a cazar por el mero gusto de cazar. Y tampoco tala árboles, ni arranca plantas que proporcionen alimentos, a menos que para ello exista una necesidad muy apremiante.

De este modo el Islam ofrece un elevado sistema moral gracias al cual la humanidad puede hacer realidad todas sus mejores potencialidades. El Islam purifica el corazón eliminando el individualismo, la tiranía, la vanidad, la arrogancia y la rebeldía. Crea personas virtuosas, leales, cultas, bondadosas, generosas y disciplinadas, siempre comprometidas con la verdad. El Islam fomenta la responsabilidad moral y el autocontrol, y genera solidaridad, hermandad, amor, simpatía, paz, altruismo, ecuanimidad y veracidad, siempre con los máximos escrúpulos hacia toda la creación en todas las situaciones. Nutre las nobles cualidades de las cuales únicamente se puede esperar el bien. Participa y colabora en la resolución de los problemas económicos y políticos de la sociedad. Y así podríamos seguir enumerando las virtudes del Islam en el terreno moral.