El Musulmán que ayuna y
que desee seguir la sunnah (acciones y dichos) del Profeta (que la Paz y
Bendiciones sean con él) ha de realizar los siguientes actos:

2) Romper el ayuno
inmediatamente después del ocaso (cuando entra el tiempo de la oración del
magrib), sin retrasar tal hecho.
3) Uno debe llevar a
cabo todas las buenas acciones que pueda y en primer lugar realizar las cinco
oraciones en su momento justo, preferiblemente en una congregación con otros
musulmanes, y dar el zakat a los necesitados. Además de estas oraciones
obligatorias, uno debe realizar todas las oraciones no obligatorias pero
recomendadas que pueda, especialmente las oraciones de tarawih durante la
noche, y muy particularmente en la Noche del Destino (Lailatul Qadr), que según
la tradición está situada en el 27 día del mes de Ramadan). Además, el musulmán
debe intentar de todas las formas posibles promover la causa del Islam.
4) Uno debe dedicar
tiempo a leer y recitar el Sagrado Corán, reflexionar sobre el significado de
sus versos y volverse hacia Dios tan a menudo como pueda, pidiéndole que
derrame Su paz y bendiciones sobre el Profeta y suplicándole el perdón para las
faltas de uno mismo y de todos sus hermanos musulmanes.
5) El musulmán debe
abstenerse de responder a insultos y provocaciones, y debe decir solamente:
"Estoy ayunando."
6) Es también
recomendable que el musulmán ofrezca súplicas especiales en el momento de
romper el ayuno. Se ha narrado que el Profeta (que la Paz y Bendiciones sean
con él) dijo: "¡Oh Señor! Por Ti he ayunado y con Tu comida rompo el
ayuno. Así pues, acepta este ayuno de mí. Tú eres el Que todo lo oye, el
Omnisciente." El Profeta también dijo: "La sed se ido; las arterias
están húmedas y la recompensa es segura, si Dios quiere." (Recopilado por
al Daraqutni).
7) Romper el ayuno con
algunos dátiles frescos, si se dispone de ellos, o, en otro caso, con algunas
frutas dulces, tales como uvas, es un acto recomendado.
8) Uno debe intentar
invitar a otros, especialmente a los necesitados, a comer la comida que sirve
para romper el ayuno.

Finalmente, se
recomienda pasar los últimos diez días del mes de Ramadán en la mezquita si es
posible. Esta práctica, que se conoce con el nombre de i´tikaf, conlleva un
estado de completa devoción y adoración a Dios. Las personas que entran en este
estado no deben abandonar la mezquita, excepto para hacer frente a necesidades
de tipo personal.