Mezquita de la Meca, Hajj #Ramadan2013

martes, 9 de julio de 2013

#Ramadan2013 ☪☝ ¿Qué es el Islam? _parte 1

 En el nombre de Allâh, que es Clemente y Misericordioso.

El Islam y el musulmán
La palabra "islâm" es un término árabe que alude a la paz, a la entereza, a la entrega, y en sentido religioso se añade la dimensión que define la relación del ser humano con Dios. La persona que acepta la soberanía del Dios Único y que se entrega completamente a Su voluntad recibe el nombre de musulmán. El nombre de "mahometano" que usan algunos es tanto una equivocación como una ofensa al espíritu y al sentido mismo del Islam.

El uso islámico de la palabra Allâh para referirnos al Dios Único puede presentarle alguna inconveniencia al lector hispano. Por ello aquí usaremos la palabra Dios salvo cuando se trate de una cita del texto coránico.

 

Continuidad de la misión de los profetas
El Islam no es una religión nueva, sino la misma revelación de Dios a todos Sus profetas. Nos dice el Corán: Tenemos fe en Allâh y en todo lo que se nos ha revelado; y en todo lo que se les reveló a Abraham, a Ismael, a Isaac, a Jacob, a las Tribus, a Moisés, a Jesús y a todos los profetas, procedente de nuestro Señor. No distinguimos entre unos profetas y otros, y nos rendimos a la voluntad de nuestro Señor.

Aspectos básicos de la fe
El musulmán tiene fe en el Dios Único, en todos Sus mensajeros, en todos Sus mensajes, en Sus ángeles, en el Día de la Resurrección, en la Otra Vida, y en la responsabilidad que tiene cada persona respecto de lo que hace. Esta es la fe del musulmán.

El Dios Único
El Islam se caracteriza por la fe en el Dios Único y por la aceptación de Su soberanía en la práctica. Esto va unido a una visión del Universo que le da sentido a éste y del lugar que ocupa el ser humano en el mismo. Esta fe libra al hombre de todos los miedos y supersticiones, haciéndolo consciente de la Omnipresencia de su Señor y de los vínculos que lo unen a Él.
La fe en Dios se refleja y se manifiesta en acciones, y éstas confirman lo que hay en el corazón. Tener fe en el Dios Único conlleva que veamos a toda la humanidad como una sola familia unida en la benevolencia universal del Único Creador. La fe en el Dios Único y las buenas acciones que la confirman son claves para entrar en el Paraíso. Así pues, la relación entre el hombre y Dios es directa y está al alcance de cada uno de nosotros, sin necesidad de ningún intermediario ni intercesor.

Patrimonio Hispánico
Apenas ochenta años después de la muerte del profeta Muhammad (¡La bendición y la paz de Dios sean con él!) el Islam pasaba a formar parte de la cultura hispana. Durante nueve siglos luminosos, desde el año 711 hasta 1610, fue la religión más tolerante de la Península Ibérica, hasta la extirpación de la comunidad islámica hispana con métodos militares, políticos e inquisitoriales, con lo que España entró en un largo período de privación de la luz del Islam.

Durante la época islámica los musulmanes españoles edificaron monumentos tan célebres como la Mezquita Mayor de Córdoba, el Alcázar de Sevilla, la Alhambra de Granada o el Palacio de la Aljafería de Zaragoza, que siguen atrayendo a visitantes como verdaderas joyas arquitectónicas del Islam, aunque ahora en tierra conquistada.

La responsabilidad del ser humano
El ser humano, como exponente supremo de la creación, es arquitecto de su propio destino. Creado con las mayores potencialidades, el hombre es libre en su voluntad y en sus actos. Dios le enseña el camino recto, y la vida del profeta Muhammad (¡La bendición y la paz de Dios sean con él!) nos sirve como ejemplo perfecto para alcanzar este ideal. Siguiéndolo, el hombre se engrandece y alcanza la perfección.
La personalidad de cada uno es sagrada en el Islam; todas las personas tienen los mismos derechos sin distinción alguna. El príncipe y el campesino, el rey y el plebeyo, todos están en pie de igualdad ante Dios, según leemos en el Corán y vemos ejemplificado en la vida del Profeta (¡La bendición y la paz de Dios sean con él!).

El Corán y el ejemplo del Profeta
El Corán es la palabra definitiva revelada por Dios, norma y criterio de base en el Islam. En el Corán leemos sobre los fundamentos de la fe, la moral, la historia humana, los ritos, la sabiduría, las relaciones entre Dios y el hombre y entre el hombre y su prójimo. Sobre la base del Corán pueden edificarse sistemas de justicia social, de economía, política, jurisprudencia y relaciones internacionales.
Muhammad (¡La bendición y la paz de Dios sean con él!) era un hombre sencillo, sin instrucción académica, que no sabía leer ni escribir. No obstante, sus discípulos memorizaron y pusieron por escrito el Corán mientras él aún vivía. Y así hoy tenemos en nuestras manos el Corán en su forma original y completo en la pura lengua árabe en que fue revelado.
Los hadices, o relatos de los dichos y hechos del profeta Muhammad (¡La bendición y la paz de Dios sean con él!), nos enseñan los efectos de la revelación en la vida diaria.

Concepto de culto a Dios
El Islam no concede ningún valor al mero ritualismo, sino que insiste en la pureza de intención y en hacer el bien. Adorar a Dios es conocerlo, amarlo, buscar su satisfacción en todas las facetas de la vida… 
El musulmán fomenta el bien y aparta el mal, practica la caridad y la justicia, y sirve a Dios sirviendo a la humanidad. El Corán expone estos conceptos de un modo sublime: La virtud no consiste en volver el rostro hacia oriente u occidente; el que tiene virtud es el que tiene fe en Allâh, en el Último Día, en los ángeles, en los Libros y en los Profetas, el que da de su riqueza, a pesar del apego que siente por ella, a los parientes, huérfanos, necesitados, caminantes, mendigos y para liberar esclavos; el que establece la oración y entrega el azaque; el que es fiel a los compromisos cuando los contrae; el perseverante en la adversidad y en la desgracia, y en los momentos más duros de la lucha. Esos son los precavidos. (Corán, 2:177)