Mezquita de la Meca, Hajj #Ramadan2013

lunes, 30 de julio de 2012

Pensamiento Lateral: Adrián Paenza _parte VII



5. Antepasados comunes
Para aquellos que creen en la historia de Adán y Eva, tengo una pregunta interesante. Pero para aquellos que no creen, la pregunta puede ser inquietante también.
Aquí va: cada uno de nosotros nació por la unión de nuestros padres. A su vez, cada uno de ellos, tuvo dos padres también (y mientras la ciencia no avance hasta clonar individuos, hasta aquí siempre fue necesaria la existencia de un hombre y una mujer para procrear... en el futuro, no lo sé, pero hasta hoy, es y fue así). Es decir: cada uno de nosotros tiene (o tuvo) cuatro abuelos. Y ocho bisabuelos. Y dieciséis tatarabuelos. Y paro por un segundo aquí.

Como se puede advertir, cada salto de generación resulta en una multiplicación por dos del número de antepasados que tuvieron que intervenir para nuestro nacimiento.
O sea:

1 = 2 0 = ustedes
2 = 2 1 = sus padres (madre y padre)
4 = 2 2 = sus abuelos (maternos y paternos)
8 = 2 3 = bisabuelos
16 = 2 4 = tatarabuelos
32 = 2 5 (contando las madres y padres de sus tatarabuelos)
64 = 2 6
128 = 2 7
256 = 2 8
512 = 2 9
1.024 = 2 10

Supongamos que tuvieron que pasar 25 años (en promedio) para que cada generación procreara. Es decir, para llegar a diez generaciones hacia atrás, tuvieron que pasar alrededor de 250 años. Esto significa que hace 250 años (aproximadamente) cada uno de nosotros tenía más de mil (1.024 para ser exactos) antepasados, o personas que terminarían relacionadas con nosotros.
Ahora bien: en este momento somos alrededor de seis mil millones de personas (en realidad, alrededor de 6.300 millones). Si esto fuera así, si cada personas tuvo hace 250 años más de mil antepasados, la población de la Tierra hace dos siglos y medio tuvo que haber sido de más de ¡seis billones de personas! (aquí, un billón es un millón de millones).
Y eso es imposible, porque si uno revisa la literatura existente, los datos señalan que la población de la Tierra alrededor de 1750 oscilaba entre 600 y 900 millones de personas.
Es decir, en alguna parte tiene que haber un "quiebre" del argumento. ¿En dónde está el error? ¿Qué es lo que estamos pensando mal?
Vale la pena pensar el problema y buscar la respuesta.

SOLUCIÓN:


SOLUCIÓN AL PROBLEMA DE LOS ANTEPASADOS

Lo que no tiene en cuenta el argumento es que cada antepasado pudo (y de hecho tiene) un montón de hijos y nietos (por no seguir con bisnietos o tataranietos, etcétera).
Por ejemplo, mi hermana Laura y yo compartimos los mismos antepasados: ambos tenemos los mismos padres, los mismos abuelos, los mismos bisabuelos, etcétera. Pero si uno se corre "un poco" y considera un primo (no un número primo, sino una prima hermana), la cosa cambia: mi prima Lili y yo tenemos sólo seis abuelos distintos (y no ocho como los que tendría con cualquier otra persona que no fuera ni un primo hermano ni un hermanola).
Es verdad que hace 250 años yo tenía más de mil antepasados, pero también es verdad que los compartía con mucha otra gente que ni siquiera conozco.
Por ejemplo (y los invito a que hagan un "árbol genealógico”; (aunque no conozcan los nombres de sus antepasados): si alguna persona y ustedes tuvieron un bisabuelo en común, entonces, de los 1.024 antepasados que ustedes tienen, comparten con esa persona 128. Hagan la cuenta y vean que entonces llegan a tener exactamente 128 antepasados en común.
Esta situación, naturalmente, reduce muchísimo el número de antepasados, porque hace que dos personas que no se conocen tengan muchísimos antepasados comunes. Insisto: siéntense con un papel y un lápiz y hagan un "dibujito" para convencerse. También habría que considerar que quizá los 1.024 antepasados que teníamos hace 250 años no fueran todos distintos.