5. Antepasados
comunes
Para aquellos que creen en la historia de Adán y Eva, tengo una
pregunta interesante. Pero para aquellos que no creen, la pregunta puede ser
inquietante también.
Aquí va: cada uno de nosotros nació por la unión de nuestros
padres. A su vez, cada uno de ellos, tuvo dos padres también (y mientras la
ciencia no avance hasta clonar individuos, hasta aquí siempre fue necesaria la
existencia de un hombre y una mujer para procrear... en el futuro, no lo sé,
pero hasta hoy, es y fue así). Es decir: cada uno de nosotros tiene (o tuvo)
cuatro abuelos. Y ocho bisabuelos. Y dieciséis tatarabuelos. Y paro por un
segundo aquí.
Como se puede advertir, cada salto de generación resulta en una
multiplicación por dos del número de antepasados que tuvieron que intervenir
para nuestro nacimiento.
O sea:
1 = 2 0 = ustedes
2 = 2 1 = sus padres (madre y padre)
4 = 2 2 = sus abuelos (maternos y paternos)
8 = 2 3 = bisabuelos
16 = 2 4 = tatarabuelos
32 = 2 5 (contando las madres y padres de sus tatarabuelos)
64 = 2 6
128 = 2 7
256 = 2 8
512 = 2 9
1.024 = 2 10
Supongamos que tuvieron que pasar 25 años (en promedio) para que
cada generación procreara. Es decir, para llegar a diez generaciones hacia
atrás, tuvieron que pasar alrededor de 250 años. Esto significa que hace 250
años (aproximadamente) cada uno de nosotros tenía más de mil (1.024 para ser
exactos) antepasados, o personas que terminarían relacionadas con nosotros.
Ahora bien: en este momento somos alrededor de seis mil millones
de personas (en realidad, alrededor de 6.300 millones). Si esto fuera así, si
cada personas tuvo hace 250 años más de mil antepasados, la población de la
Tierra hace dos siglos y medio tuvo que haber sido de más de ¡seis billones de
personas! (aquí, un billón es un millón de millones).
Y eso es imposible, porque si uno revisa la literatura
existente, los datos señalan que la población de la Tierra alrededor de 1750
oscilaba entre 600 y 900 millones de personas.
Es decir, en alguna parte tiene que haber un "quiebre"
del argumento. ¿En dónde está el error? ¿Qué es lo que estamos pensando mal?
Vale la pena pensar el problema y buscar la respuesta.
SOLUCIÓN:
SOLUCIÓN AL PROBLEMA DE LOS ANTEPASADOS
Lo que
no tiene en cuenta el argumento es que cada antepasado pudo (y de hecho tiene)
un montón de hijos y nietos (por no seguir con bisnietos o tataranietos,
etcétera).
Por
ejemplo, mi hermana Laura y yo compartimos los mismos antepasados: ambos
tenemos los mismos padres, los mismos abuelos, los mismos bisabuelos, etcétera.
Pero si uno se corre "un poco" y considera un primo (no un número
primo, sino una prima hermana), la cosa cambia: mi prima Lili y yo tenemos sólo
seis abuelos distintos (y no ocho como los que tendría con cualquier otra
persona que no fuera ni un primo hermano ni un hermanola).
Es
verdad que hace 250 años yo tenía más de mil antepasados, pero también es
verdad que los compartía con mucha otra gente que ni siquiera conozco.
Por
ejemplo (y los invito a que hagan un "árbol genealógico”; (aunque no
conozcan los nombres de sus antepasados): si alguna persona y ustedes tuvieron
un bisabuelo en común, entonces, de los 1.024 antepasados que ustedes tienen,
comparten con esa persona 128. Hagan la cuenta y vean que entonces llegan a
tener exactamente 128 antepasados en común.
Esta
situación, naturalmente, reduce muchísimo el número de antepasados, porque hace
que dos personas que no se conocen tengan muchísimos antepasados comunes.
Insisto: siéntense con un papel y un lápiz y hagan un "dibujito" para
convencerse. También habría que considerar que quizá los 1.024 antepasados que
teníamos hace 250 años no fueran todos distintos.