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jueves, 19 de julio de 2012

Pensamiento Lateral y los desafíos de RobertoLomjeNuncaMenos - Pensée Latérale et les défis de RobertoLomjeJamaisMoins













A partir de este momento, este Blog inaugura el segmento del PENSAMIENTO LATERAL, necesidad indispensable 
de todo Cuadro y Militante...

¿Porqué tenemos que pensar "de frente" a la hora de enfocar los problemas de lógica o de matemática en general?. ¿Es el camino más fácil el correcto en el enfoque del cualquier problema?. El pensamiento lateral trata de encontrar soluciones imaginativas, distintas, que se apartan del clásico enfoque "de frente" de cualquier problema cotidiano.
Esto se manifiesta en los llamados "acertijos", en donde la solución, en general, no es precisamente, aquella que más se "espera". 

EL PENSAMIENTO LATERAL

Se construyó un edificio de 24 pisos con un terrible error de diseño: tenía sólo dos ascensores. En consecuencia, la gente se impacientaba en la planta baja esperando la llegada de los elevadores.
Los propietarios del edificio llamaron a concurso a distintos estudios de arquitectura para la construcción de un nuevo ascensor. Se presentaron muchos proyectos, todos tan buenos como caros. La solución, sin embargo, la aportó alguien que no sabía nada de arquitectura, aunque sí mucho de pensamiento lateral: "La gente protesta porque se aburre, no por el tiempo que pierde.
En lugar de construir otro ascensor, ponga grandes espejos, será más barato v dará los mismos resultados". En efecto, luego de la colocación de los espejos la gente matizó la espera contemplándose y arreglándose y las quejas disminuyeron considerablemente.
El pensamiento lateral se había impuesto por sobre el vertical. 

Se trata de una de las tantas soluciones aportadas por el pensamiento lateral o creativo, una técnica que complementa, aunque se aparta, del pensamiento vertical o lógico que es el que estamos acostumbrados a utilizar.
La mente se caracteriza por la creación y almacenamiento de modelos fijos de conceptos, lo que pone trabas al ingreso y uso de nuevas informaciones. Cuando el pensamiento tradicional sólo nos permite optimizar los modelos ya existentes, el pensamiento lateral nos sirve para actualizar o crear otros nuevos.
El pensamiento lógico y el lateral son complementarios. Se requiere habilidad en ambos, sólo que la enseñanza siempre le ha rendido culto al lógico. Mientras que éste último es selectivo, el otro es creador. Pero también hay otras diferencias. El pensamiento vertical se mueve sólo si hay una dirección en que moverse; el pensamiento lateral se mueve para crear una dirección (fig. 1).
El pensamiento vertical sigue los caminos más evidentes; el pensamiento lateral los menos evidentes. No se trata de decidir cuál es más eficaz, ya que ambos son necesarios y se complementan mutuamente. Lo que importa es una perfecta conciencia de sus diferencias para facilitar la aplicación de ambos.

 
   
Por la tendencia de la mente a trabajar con modelos prearmados, el pensamiento lateral se encuentra petrificado y cede su parte al pensamiento lógico, que se arroga la totalidad de la mente. Veamos un ejercicio para comprobarlo: La semana pasada conseguí apagar la luz de mi dormitorio y meterme en la cama antes de que la habitación quedase a oscuras.
Hay tres metros desde la cama al interruptor de la luz. ¿ Cómo lo logré? Casi todo el mundo hace la hipótesis innecesaria de que era de noche. La habitación no quedó a oscuras porque era de día.
Sucede que nuestra mente está habituada a determinados esquemas que nos condicionan a supuestos que damos por inamovibles. De ahí que quien lee el problema se sienta estafado y considere que hay una trampa. Nuestro rígido modelo no concibió que pudiera ser de día. El primer concepto del pensamiento lateral es, entonces. desconfiar de todo modelo v cuestionar todo lo que se da por supuesto.
Para ejercitar este concepto se recomienda practicar, con otra persona, la técnica de los por qué. Se basa en la recuperación de los bretes en que los hijos ponen a sus padres cuando son chicos y que después se aplacan con la entrada en la edad adulta. Un participante realiza las preguntas hasta quedar verdaderamente satisfecho con las explicaciones y el otro intenta responderlas sin recurrir al "por que sí". Algunos temas que se pueden tratar: ¿por qué hay distintos tipos de vasos?, ?por qué los pañuelos son cuadrados?, ¿por qué las agujas del reloj se mueven en ese sentido?, etcétera.
  
Otros preceptos para ejercitar el pensamiento lateral
- No atarse a la primera idea que se nos ocurre: Generalmente, cuando encontramos una solución a un problema nos damos por satisfechos.
Pero... ¿y si no es la óptima? ¿Y si seguimos pensando y obtenemos una respuesta mejor? Tome un objeto cualquiera (una figura geométrica, una foto borrosa, o incluso algo concreto) e intente buscar varias alternativas para definirlo. Así, un dibujo como el de la figura 2, puede significar dos cuadrados superpuestos (la idea dominante para nuestro pensamiento), pero también tres cuadrados, dos figuras en L rodeando un cuadrado, etcétera.

 
  
- Ver el problema desde otro punto de entrada.
Muchas de las trabas en la resolución de problemas se deben a un mal enfoque en el punto de partida. Se sabe: un laberinto se resolverá más rápido si se parte del final y se llega al principio. Utilice esta ley para el siguiente problema:

En el hipódromo se había establecido un premio especial. Ganaría el caballo que llegase último. ¿ Cómo hicieron los dos jockeys que participaron para correr la carrera y que hubiera un ganador? El problema no es difícil si se empieza del final. Invirtamos la situación: sabemos que el caballo que llegue primero perderá. Entonces... ¿por qué no montarse en el animal contrario y correr a toda velocidad y hacerlo, así, salir derrotado?

- Uso de analogías para "separarse" del problema. Analogía es la relación de semejanza entre dos o más cosas. Esto nos permite, a la hora de tener que salir de un conflicto, no pensar en la situación concreta sino en algo semejante que sí podamos resolver. Como práctica elija un problema (por ejemplo) ¿cómo hacer que un taxista sordo pueda ejercer su oficio?) y busque la solución a través de analogías más o menos libres (para nuestro ejemplo, brazos enyesados, señales, código Braille, autos sin volante, etcétera).

- Muchas veces el azar es la mejor manera de resolver un problema. Debido a lo rígido de nuestra mente, muchas veces nos trabamos en la búsqueda de respuestas porque recurrimos sólo a lo pensable. Al no encontrarla, abandonamos. Una manera de que esto no se produzca es recurriendo al azar como disparador de ideas. Por ejemplo, busque una palabra aleatoriamente en un diccionario e inténtele encontrar vinculación con su problema. Si luego de dar muchas vueltas no funciona, pruebe con otra. Muchas veces esta vuelta de tuerca cambia nuestra manera de ver las cosas.

- Abandonar el uso de etiquetas v categorías muchas veces puede destrabar un debate. No es infrecuente que en discusiones encarnizadas los participantes apelen a frases como ...eso es típicamente machista, ...todo lo que sube tiene que bajar, ...mi moral no lo permite, ...los opuestos se atraen. Cuando las unidades se agrupan en mayores conjuntos y éstos reciben un nombre que los distingue como categorías, se tiende a olvidar la auténtica composición de tales resultados. Se usan mecánicamente. Al intentar prescindir de una categoría, se vuelve a valorar su significado verdadero. Intente mantener una discusión con un amigo donde la categoría principal no pueda ser mencionada (por ejemplo, si se debate sobre el beneficio de las dietas omita la palabra "comida").

-No conformarse con lo adecuado, siempre hay algo que lo supera. Debido a nuestra educación centrada en el resultado, despreciamos el mecanismo que nos permitió llegar al final. Pero muchas veces lo obvio y adecuado obstruye la visión de lo mejor. Un obeso que quiere cambiar su estado físico intuitivamente acudiría a lo obvio y adecuado: dejar de comer. Sin embargo, un buen dietista le diría que "lo mejor", paradójicamente, es comer más veces por día, sólo que siguiendo un menú a medida. El pensamiento lateral se niega a quedarse con la primera solución, sabe que hay algo mejor.

-Guiarse por modelos prefijados "petrifican " la lógica creativa. En vez de acomodarse a 'os modelos establecidos en la memoria hay que intentar reestructurarlos y encontrar soluciones mejores. En un principio, los componentes del modelo son piezas sueltas; al adoptar una forma dada, se solidifican y no pueden usarse ya libremente para estructurar otros modelos. Como ejemplo, intente resolver el siguiente problema imaginario.
Un criminal americano fue al cine con su mujer, a ver una película de tiros. Aprovechando una secuencia donde las descargas eran continuas, asesinó a su mujer de un disparo en la cabezo.
A continuación salió del cine con el cadáver de su mujer, sin que nadie hiciera nada por detenerlo. ¿Cómo se las arregló el asesino?




Nada dentro del pensamiento lateral nos permitiría hallar la respuesta. Pero si reordenamos el modelo tradicional que tenemos, por ejemplo, de un cine, la solución surge fácilmente. Se trataba de un "autocine", donde los espectadores permanecen dentro de sus coches durante la proyección.
Como ejercitación, analice, para cada situación que se le presenta, los modelos y supuestos preconcebidos que pone en práctica.
  
La imaginación creativa
Hasta aquí se han estudiado los principios generales del pensamiento lateral y algunas técnicas específicas para su aplicación práctica. A continuación se estudiará su técnica distintiva principal: las sesiones de imaginación creativa o brainstorming.
Más que una técnica se trata de un medio, de un marco especial, de un ambiente concreto en el que pueden aplicarse las técnicas y principios del pensamiento lateral que se explicaron hasta el momento. En estas sesiones es imprescindible olvidarse de las inhibiciones propias del pensamiento lógico, que tienden a limitar las ideas a causa de su función enjuicia-dora y de censura de lo que se aparta de su ámbito. En el seno del brainstorming puede emitirse cualquier punto de vista y postura, ninguna idea es tan ridícula como para que no pueda expresarse.
Para las reuniones de imaginación creativa no hay un número de participantes fijo. En general, doce personas suelen ser un número adecuado, pero la sesión puede ser igualmente efectiva si los miembros son seis o si su número se eleva a quince. En las sesiones, el estímulo entre los participantes es recíproco y un miembro, al que se llama apuntador o anotador recoge las ideas que van surgiendo del grupo. Su función es la de componer una lista definitiva de las ideas emitidas durante la sesión, amén de decidir acerca de la conveniencia de anotar una idea dada, o bien decidir si su significado está ya comprendido en otra idea precedente. Siempre se leerá esta lista al final de la sesión, a efectos de su valoración.
Otro rol esencial es el de director. Su misión es guiar las sesiones, aunque no controlarlas ni dirigirlas. Es quien impide que se critiquen las ideas de los participantes, controla que más de una persona hable al mismo tiempo, aunque no pide a los participantes que hablen ni digita sus intervenciones por turno. También se encarga de que el anotador cumpla debidamente con su trabajo y cubrir los "baches" con sugerencias propias. Pero ante todo es el responsable de definir el problema central al inicio de la sesión, encauzarla cuando las ideas tienden a desviarse excesivamente y de cerrar la sesión a la hora prevista, o antes, si las ideas no fluyen fácilmente. Media hora suele ser espacio de tiempo suficiente para realizar una sesión, aunque en muchos casos veinte minutos alcanzan.
Al final de la sesión debería disponerse de tres listas que reflejen: a) las ideas de utilidad inmediata; b) las áreas que requieren mayor exploración; y c) los nuevos enfoques al problema.

Una sesión
A continuación transcribimos parte de una sesión de imaginación creadora donde se discutía el envase para un nuevo adhesivo líquido. Entre paréntesis se destacan las observaciones del director:
...Un envase especial para cada "pegada".
...Un conjunto de sachets diminutos.
...O un frasco con gotero para que cada uno decida la cantidad exacta que se necesita para cada caso.
...(Anótese gotero).
...o un envase que detectara electrónicamente el final de la superficie a engomar.
...Eso sería demasiado caro para el producto.
...(¡Por favor, en vez de censurar las opiniones de los otros propongan nuevas ideas!)
...¿Por qué no se presentan en un envase de seis cartuchos, cada uno con un orificio de tamaño diferente, según la superficie a pegar?
...Y entonces, ¿por qué no presentar los distintos orificios en un mismo envase?
...(Hasta aquí todos hemos hablado de la función de pegado, pero, ¿qué decir de cuando el líquido pega la tapa al envase?
...¡Hagámoslo sin tapa!
...O un pico retráctil, que cuando se cierre el envase, una punta perfore el agujero de salida y cuando se abra lo deje libre.
...Se puede recurrir al sistema de las botellas de aceite. No se saca la tapa, se la perfora.
...¿Por qué no usamos el sistema de las tapas de aceite, pero con agujeros de distintas medidas premarcados?
...Cuando el usuario quiere una medida determinada la agujerea con una tijera o algún otro objeto punzante. Como está premarcada tiene la seguridad de que la cantidad será la que él busca. Después el propio pegamento cerrará el agujero y cuando se necesite otra medida se podrá perforar.
...Y si se necesita alguna medida que ya fue usada se quita manualmente el pegamento que quedó seco en el agujero.
(...)
Las ideas fueron anotadas sin indicación de quién las formuló. Oscilan entre lo ridículo y lo razonable. Se puede ver también cómo hay un mínimo de valoración y casi todas las observaciones conducen a alguna nueva idea.

Cuando Edward De Bono sentó las bases del pensamiento lateral muchos consideraron a la técnica como divertida pero sin resultados concretos. En la actualidad no sólo el término fue incluido en el Oxford Dictionary, sino que miles de estudiantes, empresarios, publicistas, artistas y científicos de todo el mundo utilizan los métodos que mencionamos para dar respuesta a sus necesidades.

Pero además, y aquí es donde se ve su perspectiva futura, es por excelencia el pensamiento de nuestra época, dado su carácter de innovador permanente. La necesidad de modificar nuestras visiones es cada vez más acuciante a medida que la ciencia y la tecnología aceleran su ritmo. En el pasado no se pensaba en métodos satisfactorios para el cambio de ideas; el único utilizado hasta ahora consistía en el conflicto entre ideas diferentes u opuestas. El pensamiento lateral provoca cambios de ideas mediante la reordenación de las partes integrantes de los modelos ya establecidos.
El mismo De Bono lo sintetiza de manera ejemplar: la enseñanza ha girado siempre en torno a la secuencia lógica del pensamiento, como único proceso adecuado para elaborar la información. La creatividad se ha considerado en todos los tiempos como algo misterioso, innato o espontáneo.

El pensamiento lateral no provoca dudas ni caos en las ideas establecidas.
Reconoce la extrema utilidad de éstas y se limita a negar el carácter rígido que la mente le confiere a los esfuerzos establecidos.